Para Elena (28 de Junio de 2014).
Un día, hace ya muchos, muchos años, Dios se levantó con ganas de trabajar, con ganas de hacer algo nuevo. Ya había hecho el Universo, pero pensó que estaba vacío, y que había que añadirle algo. Aún no lo tenía muy claro…Era pronto en el Universo y aún no lo tenía muy claro…
Y, andando, andando, se dirigió a su
taller, el de la Vía Láctea. Con mil ideas en su cabeza…cogió el material
necesario, barro de la Tierra, y en una mesa se puso a moldearlo de acuerdo con lo que en
sueños había pergeñado…Hizo una cosa rara y, cuando la terminó la llamó
“Hombre”.
No quedó
muy a gusto de su obra. No estaba mal, pero no le convencía demasiado…Y torció
el gesto. No: no parecía la realización de un Dios, ni era demasiado bonita…
Se sentó a
pensar un poco. De pronto, como empujado por un resorte y con su cara
sonriente, se levantó y fue a buscar otro poco de material.
Nervioso,
fue moldeándolo poco a poco, retocando,
corrigiendo, cambiando… Curiosamente, modeló algo muy parecido a lo que acababa
de hacer…
Mientras
Dios modelaba, el taller se iba llenando de una extraña luz. Haciendo un
gigantesco y brillante esfuerzo de imaginación, Dios modelaba y terminaba su
nueva figura…
Aunque muy parecidas,
estaba claro que la nueva figura creada le había resultado incomparablemente
mas hermosa que el “Hombre”. Dios, entusiasmado con lo conseguido, no dejaba de
contemplarla…porque, con un gran esfuerzo, había conseguido volcar en ella toda
su infinita capacidad de crear belleza. Y la llamó…”Mujer”.
Por eso, nada hay en el universo
más bello que un cuerpo de mujer.
Y si sabes todo eso… ¿Puedes decirme entonces qué es el
amor…?
Sí, claro: El amor no es más que una mínima partícula de esa
belleza que le es dado al hombre percibir… El amor, siendo maravilloso, comparado
con la belleza que lo engendra…no es nada. Diríamos que…casi la empaña…Verás:
Yo, antes que de amor, de la mujer, prefiero disfrutar y me basta la
contemplación de esa belleza infinita que Dios metió en su cuerpo….
(falvearc)
¿Qué introduzca mi comentario...? Elena: Te conocí ayer, en la boda de Laura. Te trajo a mí Lole, su madre, para eso, para que te conociera. Todo un lujo y un privilegio. Pues yo soy el viejo. Mi comentario:
ResponderEliminar"Es muy difícil creer en Dios. Después de verte...es imposible no creer en Dios".